Filosofía

 

Caminar en la naturaleza desde la contemplación y el silencio. Para nosotros el entorno natural es un medio inspirador, soporte de la meditación que nos recuerda lo esencial de la vida. La naturaleza nos remite a un flujo de vida cambiante, cada hora, cada día y cada estación muestran su belleza, la belleza de ser lo que se es, sin artificios. Ahora toca florecer o marchitarse, enraizarse o crecer, abrirse o cerrarse. La semilla, la hoja, la flor o el fruto nos evocan lo potencial en nosotros, nos insinúan que formamos parte de un todo y de la misma manera que el fruto está en la rama, ésta en el árbol y el árbol en el bosque, nosotros formamos parte de una unidad mayor. Caminar en silencio, no solo verbal sino especialmente mental, desde una gran humildad y desde un respeto profundo por la vida porque todo tiene derecho a existir. No hay nada tan vivificador como atravesar un bosque centenario en silencio.